LA BIBLIA NO HABLA DE NOVIAZGOS, HABLA DE MATRIMONIO, POR ESO EN NUESTRA COMUNIDAD NO HABLAMOS DE NOVIAZGOS, ESO ES HABLAR DE LO QUE DIOS NO HA IMPUESTO.
¿Qué enseña la Biblia acerca del matrimonio? El matrimonio es una sociedad permanente entre un hombre y una mujer. Está en la Biblia, Mateo 19:5-6, ". el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre".
¿Cómo deben relacionarse los esposos con sus esposas? Está en la Biblia, Efesios 5:25-28, "Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama".
Los esposos deben honrar a sus esposas. Está en la Biblia, 1 Pedro 3:7, "Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo".
¿Cómo debe la esposa relacionarse con su esposo? Está en la Biblia, Efesios 5:22-24, "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo".
¿Significa eso que la esposa debe hacer todo lo que el marido quiera? ¡No! El matrimonio requiere sumisión por parte de los dos. Está en la Biblia, Efesios 5:21, "Someteos unos a otros en el temor de Dios".
¿Qué consejo prohíbe el abuso físico o verbal hacia la esposa? Está en la Biblia, Colosenses 3:19, "Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas".
Para tener éxito en su matrimonio, arregle cualquier malentendido inmediatamente. Está en la Biblia, Efesios 4:26, "Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.
Mantenga la relación creciendo en unidad y entendimiento. Está en la Biblia, Efesios 4:2-3, "Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz".
¿Cómo debe la sociedad ver el matrimonio? Está en la Biblia, Hebreos 13:4, "Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios".
¿Cuáles mandamientos de Dios protegen el matrimonio? El séptimo y el décimo. Está en la Biblia, Éxodo 20:14, 17, "No cometerás adulterio", y "No codiciarás la mujer de tu prójimo".
¿Cuál es la única razón aceptable que Jesús dio para poner fin a un matrimonio? Está en la Biblia, Mateo 5:32, "Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio".
¿Cuánto tiempo debe durar el matrimonio? Está en la Biblia, Romanos 7:2, "Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido".
¿Qué instrucción se da acerca de la persona con quién casarse? Está en la Biblia, II Corintios 6:14, "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
El romance y el don de la sexualidad son bendecidos por Dios cuando se ejercen dentro de los vínculos del matrimonio. Está en la Biblia, Proverbios 5:18-19, "Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre".
EL DESPOSAMIENTO y LA MUTHA
2 CORINTIOS 11:2 "Porque os celo con celo de Dios; porque os he desposado a un esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo."
OSEAS 2:19 "Te desposaré conmigo para siempre; sí, te desposaré conmigo en justicia y en derecho, en misericordia y en compasión".
LUCAS 1:27 "A una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David: y el nombre de la virgen era María."
¿Noviazgo o Desposorio?
Sal 19.7
Gracias al Señor, que por su gran misericordia, nos permite revisar su
palabra y hallar luz sobre cual es su voluntad respecto a estos asuntos
relacionados con la vida pre-matrimonial. Hoy día existe una gran tiniebla que rodea
el asunto y que no nos permite observar la peligrosidad de poseer conceptos
equivocados. Pues la juventud cristiana de estos tiempos, en algunos sectores
de la iglesia, goza de los mismos “derechos” oficialmente aceptados por la
sociedad relativista y consumista, del noviazgo pagano.
La palabra de Dios siempre será nuestro mapa para la VIDA como siempre
dice mi amigo y hermano en Cristo Chris, y su autor nada lo libro al azar. En
la escritura podemos ver con claridad que las practicas Hebreas eran el
DESPOSAMIENTO y no el NOVIAZGO como lo conocemos actualmente.
Veremos en este pequeño escrito las diferencias de uno al otro:
Desposamiento: Estar desposado es como estar casado. Es un estado civil
y un PACTO conyugal. Existían tres estados civiles en el Antiguo Testamento:
soltero, desposado o casado.
Desde el día que el muchacho prometido o su padre entregaba la DOTE,
que era el pago que recibía el padre de la chica, quedaba establecido que ambos
eran marido y mujer. Es decir, en este punto ya estaba formalizado el
desposorio o matrimonio. Pero aun sin unión física.
Es preciso también distinguir aquí el desposorio de la boda. Pues el
desposorio es un contrato moral a ser fiel, y la boda es el día de la fiesta y
de la unión carnal, donde comienza la VIDA juntos. La costumbre Hebrea en
algunos casos era que los prometidos pasaran un año desposados. Este tiempo no
contemplaba el beso, tomarse de las manos, el abrazo, etc. Todo estaba
reservado para el día donde se sellaba el matrimonio: La boda.
Durante este año aprovechaban a equiparse en todos los detalles, la
mujer preparaba su ajuar, aprendía a cocinar, y a realizar todas las demás
tareas domesticas diarias. El hombre, en la casa de su padre, construía su casa
y se armaba de una fuente laboral para el sostén de su esposa e hijos por
venir.
Cuando se acercaba el tiempo de su boda, la esposa esperaba a su
marido, pero ella no sabia el día ni la hora. La costumbre era que él llegara
de sorpresa.
Cuando él la llevaba a su futura casa, en la de su padre, ellos (marido
y mujer) entraban en su tálamo para sellar su unión completa como esposos
Luego el hombre salía a declarar que su matrimonio fue completado. (Sal
19.5)
La gente permanecía siete días en la casa festejando. Durante estos
siete días los novios permanecían escondidos en su morada matrimonial.
Tres Costumbres entre los Hebreos:
1_ Si dos jóvenes caían en pecado de fornicación se les imponía la
obligación moral de casarse, a no ser que el padre de la chica no quiera. Ver:
Dt 22.28-29; Ex 22.16-17
2_Si en el lapso del desposamiento caía en pecado carnal con otro
hombre, engañando a su prometido, indefectiblemente debía morir apedreada por
considerarse adultera. Ver: Dt 22.23-27
3_Si antes de haber formalizado el desposamiento, la mujer había caído,
y el novio se entera el día de la boda, se le podía entregar carta de divorcio.
La muerte no era merecida aquí, pues fue un acto de fornicación y no de
adulterio. Ver: Dt 24.1
Reflexión general y testimonial:
Mi propia experiencia en cuanto a los noviazgos callejeros es muy
triste, mi corazón se quebranta cuando medito en lo que he cometido, una y otra
vez. Sin embargo no creo que haya hecho error tan grande en mi vida como el
noviar en dos oportunidades en la iglesia, esto sin duda fue lo peor y
horroroso, los resultados de estas acciones fueron de tensión, amargura y
pecado. Años después de confesar sentía la gran culpa y peso de plomo en mis
espaldas; pues no era que quería pecar, todo lo contrario; pero el acercamiento
a una chica después de pasar tiempo viviendo en santidad despertó mi pasión
insostenible. ¡Cuánto ofendí a Dios!.
Hoy veo a los jóvenes y me veo reflejado. Chicos y chicas, buscando
saciar sus apetitos íntimos. Algunos no hacen nada por vergüenza o porque no se
presenta la situación, pero otros descaradamente practican de una u otra manera
el romanticismo fuera del matrimonio. Esto anonadamente lo digo, pasa fuera
como dentro de la iglesia.
No culpo a nadie por mis errores o pecados, o los de otros jóvenes, que
son personales, pero veo que ha muchos jóvenes (como sucedió conmigo) que aman
a Dios, no se les informa detalladamente sobre estos asuntos, y caen una y otra
vez; donde no solo la información es necesaria sino el CUIDAR al hermano,
estarle cerca, no dejarle solo con su prometida. Principalmente los padres,
luego los hermanos de la congregación.
El punto en cuestión aquí no es la desconfianza al hermano que quiera
hacer lo malo, sino la desconfianza a las presiones carnales y hormonales que
están como fuego en ellos. Le pasa a los adultos cuanto mas a los jóvenes!!.
Un vistazo al mundo y a la iglesia:
El mundo a influenciado la iglesia, hoy las búsquedas y acciones son
las mismas, en poco se distingue un joven “cristiano” a otro mundano, diría, no
va mas allá de ir a un templo los domingos (obviamente no en todos). Y esto no
ocurre por casualidad, es la perversa insistencia que ejerce la sociedad para
conformarnos a ellos. Los clubes, la televisión, la escuela, las revistas, la
radio, Internet, los bares; Todo en las manos del maligno y de los impíos para
destruir a los hombres que tienen que ser formados a la imagen de Dios. Con tal
solo salir a la calle hoy, nos encontraremos con la pornografía ante nosotros
(observemos los puestos de diarios), y la prostitución libre?, y los jóvenes de
14 años besándose y toqueteándose delante de todos?. Esto no difiere mucho de
Sodoma y Gomorra, no se si no es peor.
Lo repito hermanos!!!: En la iglesia sucede lo mismo. Todo esto que menciono
lo consume la iglesia también. Es evidente que algo anda mal, y es justamente
el ser vulnerable al mundo y su cultura. Notemos la cantidad de divorcios...
El Señor es Santo, y debemos desconfiar de la carne, desconfiar de los
instintos naturales, desconfiar de nuestras auto-seguridades, desconfiar de lo
común, de lo que hacen todos, no confiar en ello.
Los jóvenes de hoy necesitan un despertador de conciencia, un zamarreo
del espíritu que les haga notar la gravedad del asunto. Observemos los jóvenes del
Nuevo Testamento enterrando muertos (Hech 5.7), trabajando al lado de sus
padres, comprometidos con Jesús como ellos. Jóvenes como Timoteo, llenos del
Espíritu, entregados por enteros al Señor, con amor por su obra.
El problema de hoy es el entretenimiento, las diferentes opciones de
distracción, la seducción de la fama, lo bello, lo que brilla, la
independencia, lo novedoso, etc. Hoy todo se esconde detrás de palabras y
gestos diplomáticos; parecería que con la apariencia de piedad es suficiente,
pero la diplomacia es ética?, no, en absoluto.
Etica no es diplomacia, ética es moralidad y obligaciones de los
hombres; mientras que diplomacia es apariencia de cortesía, ser amable,
simpático, pero que en el fondo encierra algún interés. Y justamente es esto lo
que aborrece tanto Dios, la hipocresía.
Los noviazgos en la iglesia, son la respuesta y la evidencia que se a
tomado el tema con mucha liviandad, por no resistir todas estas ofertas que
vienen del mundo (y mucho mas). Los jóvenes tienen un explosivo en sus manos a
punto de detonar, y se les permite jugar a ver quien llega al limite sin que
reviente. Se les reúne en grupos de jóvenes, salen a comer; hasta aquí mas o
menos bien (aunque donde esta en la biblia sobre los grupos de jóvenes y
lideres). El problema es después, donde se separan, es el momento cuando los
“novios” están en campo abierto, sin supervisión. Y cuando un joven enamorado
visita una hermanita y da la casualidad que sus padres no están en su casa?, no
hay dudas que si no pasa nada es porque es de día, porque no se animan, porque no
saben cuando vendrán los padres; porque pensamientos y deseos existen, quizás
exagero. Peligro!!, es a tan solo un milímetro del pecado.
El modelo bíblico nos enseña que el noviazgo es pecado y pagano,
¿porque?:
Noviazgo: Es la unión de un hombre y una mujer sin un propósito
nupcial. Ellos se acercan para estimularse uno al otro a las pasiones.
Pablo dice a Timoteo (2 Tim 2.22): HUYE de las PASIONES juveniles. Lo
que se siente no siempre es amor, es fuego, es pasión, deseos de conocer lo
prohibido. Es lo mismo que ocurrió en edén con Eva y Adán. Huir de estas
pasiones como de serpiente es de sabios.
Pregunto: ¿Por qué los jóvenes buscan algo en el sexo opuesto?:
Pueden ser por varias cosas:
1)Por el vacío que tienen en sus hogares
2)Por la necesidad de ser consolados sus corazones
3)Para no sentirse menos que sus compañeros de escuela y sus amigos
4)Por la fuerza que genera ver a la mayoría que lo practica
5)Porque se avergüenza si alguien es grande y no tiene novia/o
6)Porque muchas veces son los mismo padres que esto le estimulan
La palabra del Señor habla que hay tiempo para abrazar y tiempo para
abstenerse de abrazar (Ecl 3.5). Habla también de VELAR y ORAR para no entrar
en tentación (Mt 26.41). Y de honrar padre y madre (Ef 6.2).
Los padres son los primeros responsables de sus hijos, ellos son “SUS
PROTECTORES” hasta que crezcan. Ellos deben disciplinarse primero para poder
tener “el poder” de sus hijos con su ejemplo y testimonio. Si los jóvenes no
VEN algo en sus padres, muy difícil será que ellos hagan lo contrario. Los
padres deben ayudar a sus hijos a guardarse no solo físicamente para el
matrimonio sino emocionalmente, siendo esta ultima el área que mas se a
minimizado su importancia, y eficazmente la que provoca los deslices.
Los padres deben tomarse el tiempo para dialogar con sus hijos de estos
asuntos, sobre todo sobre la sexualidad, que parece un tabú, que nadie quiere
abordar (la iglesia no es responsable, ni la escuela de enseñar esto, ellas
solo pueden orientar a sus padres a hacerlo). Sino, ¿a quien esperamos para que
les enseñe?, a un “galán” pretendiente?, a una señorita ataviada y perfumada?,
no es prudente esto. Ver: Dt 6.6-7; Pr 6.20-23; Sal 78.5-7; Sal 1.1-3
Velar y orar por y con sus hijos para que ellos estén firmes en el Señor,
explicándoles que el tiempo para abrazar va a llegar en su tiempo. Que es
necesario guardar la virginidad para el matrimonio, que hay que hacerlo por
respeto al conyugue que aun no conocen; que así Dios lo quiere, etc.
En la elección del esposo/a para el hijo/a, los padres deben unirse al
corazón de su hijo/a y buscar juntos cuando el tiempo llegue. Los padres
también deben lograr que sus hijos tengan confianza en ellos, que sean a ellos
primeramente que le confían sus sentimientos; esto se logra solamente si en la
vida junto a sus hijos han logrado tener su corazón, no es por imposición es un
trabajo de años de mutua confianza, charlas, compañerismo, disciplina, etc. No
se puede obligar obediencia en un día y menos en este asunto si durante toda la
vida se fue indiferente a los sentimientos de los hijos, ellos no lo van a
entender ni asimilar. Por esto mismo, quisiera reiterar sobre la intención mala
de nuestro corazón de correr en la vida sin detenernos a pensar con madures, la
VIDA en Cristo como fuente es lo que educa y trenza lazos en el corazón, no la
religión, ni lo moral, ni las buenas ideas. Los hijos van a VER durante su
compania que hacemos nosotros y si hicimos bien las cosas vamos a ver los
frutos.(Pr 22.6)
La educación en el hogar libra de muchas vanidades e inclinaciones en
el corazón de los niños y jóvenes, pero no muchos adoptan esta forma bíblica de
instrucción. La escuela publica provee los elementos para conformarse al mundo
y sus hábitos, ¡que difícil que es!, ¡que lucha!, sin embargo esta comprobado
que se puede lograr también enviándolos a la escuela, con la ayuda de Dios.
Heb 13.4
Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla, pero a los
fornicarios y a los adúlteros los juzgara Dios.
El matrimonio es un equipo, son dos de la misma especie frente a
frente. El Señor nos diseño así, emocionales, espirituales, seres inteligentes
con elección a elegir, distintos a toda la demás creación. Su plan es que la
unión de un hombre con una mujer sea indisoluble (para siempre), el aborrece el
divorcio y los que enseñan el divorcio. Si los padres no tomamos la
responsabilidad de equipar a nuestros hijos para esta nueva vida matrimonial,
puede ser un desastre.
El hombre y la mujer son idénticos creacionalmente, pero sus
diferencias son notables en algunos puntos, por las actividades naturales de
cada uno. Es normal que sea el hombre quien salga a trabajar y la mujer quede
en su casa atendiendo a los niños y realizando las demás tareas domesticas.
Alguien dijo: Son iguales en valor y talento, pero distintos en actitudes
físicas y psicológicas
Jóvenes, que sus padres no son Creyentes
Cuando los jóvenes son discípulos comprometidos con Jesús, y sus padres
no lo son, es muy probable que sean los mismos padres que les insistan a que se
corrompan, sin saber lo que están haciendo. Les pueden decir: Salí a bailar,
conoce chicos/as, se libre, no te veo bien, etc. Ellos, repito, no saben la
gravedad de sus deseos, y como seguramente sus ojos están puesto en lo que hace
el mundo, les dará lastima (por amor), que sus hijos no estén disfrutando del
edén del camino ancho.
¿Qué deben hacer estos jóvenes en cuanto al desposorio?: NO SE. Pero
tengo la convicción que la iglesia debe contenerles y hacer de padres tutores en
este sentido de elección de esposo/sa junto a ellos. La iglesia debería
suministrar las enseñanzas y los consejos del papa del cielo. Obviamente, antes
que nada, los hijos deben mantener al tanto a sus padres de todo paso que dan,
sean creyentes o no, los padres deben saber y tener conocimiento de cada
detalle. En caso de que no allá interés, o la situación se torne difícil, las
familias maduras de la iglesia deben observar mas de cerca los pormenores y
responsabilizarse más.
Hay casos que padres incrédulos, quieren obligar a sus hijos creyentes
a unirse en matrimonio con alguien no creyente, por su dinero, por su status,
por sus sentimientos de años, etc. Y los hijos están en una presión de obedecer
o no obedecer. En estos casos extremos, obedecer a Dios es mejor que a los
hombres, pues el consejo de Dios es no unirse con yugo desigual (2 Cor 6.14; St
4.4)
Sea que sean padres creyentes o incrédulos, los pasos deben ser los
mismos de honrarles con amor. Orar al Señor es lo que cambiara el curso de
cualquier situación hacia su voluntad. La oración del justo puede mucho.
Estos jóvenes también deben mantenerse en santidad y evitar el noviazgo
pagano, pues la voluntad de Dios es la santificación y no la fornicación (1 Tes
4.3).
El Señor proveerá de su reino un hombre o mujer para ella/os, de la
misma manera que para los que tienen padres creyentes
El apóstol Pablo dijo a un joven: Entre tanto que voy OCÚPATE en la
lectura, la exhortación y la enseñanza.
Cualidades para tener en cuenta en un futuro esposo/a
1)Que tenga un compromiso genuino con el Señor, que a dado pasos
prácticos de arrepentimiento, y que es protagonista activo en la vida de
iglesia. Quien tiene compasión por la gente y busca servirles. Alguien que por
varios años permanece fiel a Dios y a sus semejantes
2)Una persona sujeta a sus padres, sumiso/a a ellos y respetuoso/a con
sus hermanos de sangre, evidencia alguien que es humilde y que sabe vivir en
familia.
3)Alguien que tiene padres que aman al Señor también en lo posible,
pues de esta manera se sabrá que a sido formado con buenas costumbres, en un
ambiente cordial y de negación los unos por los otros
4)Una persona trabajadora, que tiene recursos de vida para sostener la
familia. Alguien que le a entregado esta área al reino de Dios. No un avaro, un
mezquino/a o materialista, que robara el tiempo a la familia para obtener mas
dinero
5)Debe ser alguien honesto, no un hipócrita, que muestra una linda
careta solamente
6)Alguien que sabe pedir perdón, que se hace cargo de sus errores y
perdona, y que se a perdonado a si mismo
7)Un hermano/a estable en sus emociones, no alguien que nada le
satisface y quien si no tiene problemas los inventa
8)Una persona que deja ser corregida, que es maneable, quien no resiste
el buen consejo
9)Alguien que tiene amigos, que lee libros, que es sensible a la
naturaleza
10)Alguien de quien Dios te a hablado con seguridad que es para vos, y
esta confirmado por tus padres y hermanos de la iglesia.
LA MUT'AH
Le es permitido al hombre y a la mujer establecer una relación matrimonial por un tiempo determinado a condición de que no exista impedimento jurídico para que ambos se casen (como un vínculo familiar o por amamantamiento), y ello luego de haber determinado una cantidad de bienes como dote. Luego ellos, al terminar el periodo, se separan sin tener que recurrir a la fórmula de divorcio. Si de este matrimonio (temporal) surge un niño, se considerará hijo legítimo de ambos y les hereda.
Luego de concluido el periodo, la mujer debe esperar el periodo de ‘iddah legal, y si se encontrara embarazada, su periodo de ‘iddah será hasta concluido el embarazo, sin tener la opción de casarse nuevamente con otro hombre mientras se encuentre vinculada al primero. Lo mismo sucede cuando se encuentra en el periodo de ‘iddah.
El matrimonio temporal es igual al matrimonio permanente en cuanto a su esencia y realidad, y la mayoría de las normas estables para el matrimonio permanente también lo son para el enlace temporal; la diferencia importante que existe entre ambos tipos de matrimonio la conforman dos asuntos:
1. La fijación del periodo de tiempo en el matrimonio temporal.
2. No hay obligatoriedad inicial de sustentar a la esposa en este segundo tipo de matrimonio.
Si pasamos de esos dos temas más exponentes, las demás diferencias son minúsculas y no provocan gran contraste entre los dos tipos de enlace. Debido a que el Islam es el sello de las religiones y la ley divina íntegra, ha permitido esta forma de matrimonio para solucionar el problema sexual. Si consideramos el estado del joven que estudia o trabaja fuera de su país, y no posee la capacidad para establecer un matrimonio permanente, entonces, ¿qué puede hacer ante esa situación? ¿Cuál es su obligación en tal caso? Ese joven tendrá tres opciones:
A. Reprimir el deseo sexual y abstenerse del disfrute sexual.
B. Establecer una relación sexual ilícita con mujeres corruptas o enfermas.
C. Valerse del matrimonio temporal y casarse con una mujer casta dentro de unas condiciones especiales, sin tener la obligación de sustentarla, tal como sucedería con un matrimonio permanente.
Es obvio que no hay una cuarta opción para tal joven, y si bien esto no significa que el matrimonio temporal se circunscriba a una persona en estas condiciones, al mismo tiempo se puede considerar tal caso para descubrir la razón de la legitimación de este tipo de casamiento.
Hay que tener en cuenta que los fuqahâ’ del Islam han avalado un tipo de “casamiento permanente” el cual en su realidad es un matrimonio temporal, puesto que en el mismo el hombre y la mujer se casan “en forma permanente” pero ambos, o por lo menos uno de ellos, saben que en un tiempo se separarán mediante el divorcio. Haber legitimado tal tipo de casamiento se asemeja completamente a la legitimación del matrimonio temporal, puesto que son similares en su esencia aunque se diferencien en el nombre.
El Libro Sagrado y la Tradición profética nos refieren la legitimidad del matrimonio temporal o mut‘ah. Es así que el Sagrado Corán expresa:
﴿ فما اسْتَمْتَعْتُم بِهِ مِنهُنَّ فآتُوهُنَّ أُجورَهُنَّ فَرِيضةً ﴾
«En cuanto a aquellas con las cuales hayáis realizado mut‘ah (istamta‘tum), dadles sus dotes como un precepto».1
La contundente mayoría de los exegetas considera que esta aleya se refiere al matrimonio temporal. Básicamente no hay lugar para la vacilación en cuanto a que el mut‘ah fue legislado en el Islam, sino que la controversia está en si este tipo de matrimonio fue abrogado o no, esto es, si continúa siendo lícito.
Las narraciones de las dos tendencias del Islam señalan que esta norma no fue abrogada, sino que se prohibió actuar en base a esta norma en la época del segundo Califa. Es de mencionar que hay unas palabras del mismo Califa a este respecto que ponen de manifiesto que este tipo de matrimonio era lícito y habitual durante la época del Gran Profeta (BP), e infieren que tal prohibición sólo se originó a partir de una opinión personal y nada más, puesto que dijo: “¡Oh gente! Había tres cosas durante la época del Mensajero de Dios las cuales yo prohíbo y considero ilícitas y por las que castigaré, y son: el mut‘ah de las mujeres2 (el matrimonio temporal), el mut‘ah del haÿÿ3 y la frase (del llamado a la oración que reza) “haîia ‘alâ jair-il ‘amal” (Venid a la mejor acción)”.4
Lo sorprendente es que la primera y la última de estas tres cosas permanecen prohibidas hasta hoy, pero en relación a la mut‘ah del haÿÿ permaneció lícita, actuando los musulmanes en base a ello y en oposición a la opinión del segundo Califa (puesto que cuando el peregrino culmina la ‘umrah o peregrinación menor sale de su estado de ihrâm o consagración ritual y se le vuelve lícito lo que es prohibido durante el mismo, siendo que ‘Umar había prohibido salir del estado de ihrâm y permanecer en el mismo hasta llegar el momento del haÿÿ o peregrinación mayor).
La prueba evidente de que el Profeta (BP) no prohibió el mut‘ah es lo narrado por Al-Bujârî de ‘Umrân Ibn Husain que dijo: “Fue revelada la aleya del mut‘ah en el Libro de Dios y actuamos en base a la misma junto al Mensajero de Dios y no fue revelado lo que lo prohibiera, y él no prohibió ello hasta que murió; luego un hombre expresó según su propia opinión lo que quiso (y aquí se refiere a la prohibición del mut‘ah por parte del segundo Califa).5
EN LA BIBLIA ESTA LA POLIGAMIA
Antes de empezar a hablar de la poligamia convendría aclarar
algunos conceptos. Poligamia quiere decir simplemente matrimonio de más de dos
personas. Ahora bien, existen diferentes tipos de poligamia. Está la poliginia,
que es cuando un hombre se casa con varias mujeres (por ejemplo como hacen los
musulmanes). Pero también está la poliandria, cuando una mujer tiene varios
maridos (por ejemplo en el Tíbet, aunque es una práctica en decadencia). E
incluso existe un tercer tipo, que consiste en varios hombres y varias mujeres
casados todos juntos en un matrimonio múltiple (caso este último extremadamente
inusual). Cuando aquí vamos a hablar de poligamia nos referiremos al primer
tipo, la poliginia. Es una tradición milenaria presente en la Biblia y muy viva
aún en África, no sólo entre musulmanes sino incluso entre cristianos, aunque
esto último poca gente lo sabe.
El primer caso en la Biblia fue Lamec en Génesis 4:19: “Y
Lamec tomó para sí dos mujeres”. Sabemos que muchos hombres prominentes del
Antiguo Testamento eran polígamos, como Abraham, Jacob o David entre otros. El
caso más exagerado fue el del rey Salomón, quien tuvo 700 esposas y 300
concubinas (1 Reyes 11:3) No existe ninguna condena explícita hacia la
poliginia en toda la Biblia. A Salomón Dios lo castiga no por tener muchas
esposas sino porque él consentía que algunas de ellas adoraran falsos dioses (1
Reyes 11:1-13). Y el máximo reproche bíblico hacia el asunto es el de que el
rey de Israel “no tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe”
(Deuteronomio 17:17). Reproche que permitía que tuviera más de una. En todo
caso, la ley indicaba que cuando se tomara una nueva esposa nada debería
disminuir a la primera (Éxodo 21:10).
El Señor nunca castigó la poligamia en la Biblia. Conociendo
el contexto sociocultural de la época es fácil deducir los motivos. Primero,
siempre ha habido más mujeres que hombres en el mundo. Estadísticas actuales
hablan de un 51% de mujeres frente a un 49% de varones, lo cual en aquel tiempo
suponía decenas de miles de mujeres más que de hombres. Segundo, en la
Antigüedad las guerras eran especialmente atroces con lo que tal vez de cada
cien hombres que marchaban a la guerra sólo veinte o treinta regresaban con
vida. Tercero, había altísimas tasas de mortalidad infantil, por lo que, desde
un punto de vista estrictamente reproductivo, la poliginia era clave pues un
varón podía concebir más hijos estando casado con varias esposas que estándolo
sólo con una. Así, una tribu podía poblar un territorio más rápidamente para poder
construir allí una nación.
Pero la más importante de las razones es que aquella era una
época en la que la mujer no podía estudiar o trabajar como ahora. Su acceso al
empleo estaba prácticamente vetado y su destino era ser madre y ama de casa,
con lo cual el sustento económico lo traía el marido, por lo que una dama sin
esposo quedaba sumida en la ruina y a menudo debía vender su cuerpo para
sobrevivir. Para evitar este drama es que se inventó la poliginia. Una fémina
soltera, o una viuda con hijos a su cargo, iba a la bancarrota. La viuda era el
paradigma de la persona más pobre de entre todos los pobres. En aquel entonces
no existían las pensiones de viudez, ni la Seguridad Social, ni el estado del
bienestar ni nada. Una viuda se hundía en la extrema miseria. Prácticamente
sólo podía sobrevivir de la caridad de sus familiares, de la ayuda de la
iglesia o de ejercer el oficio más antiguo del mundo.
La ley judía obligaba a un hombre a que se casara con la
esposa de su hermano si éste fallecía. Así, un varón, aunque ya estuviese
casado, debía tomar por esposa a su cuñada y encargarse de su manutención y de
la de sus hijos. Para el común de los mortales esto significaba más un problema
que otra cosa. Primero, porque suponía una carga económica. Y segundo, porque
estaba obligado a casarse con su cuñada, le gustase o no le gustase. Y la
cuñada no siempre tenía por qué ser Miss Universo, podía tratarse de una mujer
fea y antipática. La poliginia por tanto lejos de ser un instrumento machista
para saciar los apetitos sexuales de los hombres, era en realidad un salvavidas
económico para auxiliar féminas que no tenían nada para comer. La idea era algo
así como que si una mujer se quedaba sin marido, había que buscarle rápidamente
uno nuevo para que se ocupara de ella.
Desde una óptica feminista del siglo XXI quizás la poliginia
pueda parecer una medida machista, pero en realidad era progresista y hasta
feminista para los parámetros de aquella época pues era una especie de
primitiva Seguridad Social que obligaba a los varones a encarcargarse de las
mujeres. Y servía para poblar rápidamente un país. Una feminista podrá objetar
que aquello era injusto o preguntarse por qué una dama no podía tener cinco
maridos. La respuesta es obvia: porque eso no le permitía tener cinco hijos por
año. Desde un punto de vista reproductivo o demográfico era inútil. Es cierto,
no obstante, que los reyes y los poderosos abusaron de la poliginia para crear
todo un harén a su servicio. Aunque lo mismo viene a ocurrir ahora: los ricos y
los famosos se aprovechan de su situación para ser mujeriegos y saltar de cama
en cama. Nada nuevo bajo el sol.
Resulta indiscutible que Dios no sólo no castiga la poliginia
en ningún momento sino que incluso la tolera. Pero aún cuando se permitía la
poligamia, la Biblia presenta la monogamia como el plan que se ajusta más al
ideal de Dios para el matrimonio. La Biblia dice que la intención original de
Dios fue que un hombre estuviera casado sólo con una mujer: “Por tanto, dejará
el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola
(singular) carne.” (Génesis 2:24). Mientras que Génesis 2:24 describe lo que es
el matrimonio, más que cuántas personas deben integrarlo, debe notarse el uso
consistente del singular. En el Nuevo Testamento, 1 Timoteo 3:2, 3:12 y Tito
1:6 señala: “marido de una sola mujer” en una lista de requerimientos para el
liderazgo espiritual de un anciano. Por tanto, todo apunta en un sentido muy
unidireccional, como se puede ver.
Por su parte, en Efesios 5:22-33 el apóstol Pablo habla
acerca de cómo debe ser un matrimonio cristiano. En la relación entre esposos y
esposas, todas y cada una de las veces en las que Pablo se refiere a un esposo
(singular) se refiere siempre a una esposa (singular). Mientras que de alguna manera
es un pasaje paralelo, en Colosenses 3:18-19, Pablo se refiere a esposos y
esposas en plural, está claro que está refiriéndose a todos los esposos y
esposas entre los cristianos colosenses, y en ningún momento declara que un
marido pueda tener varias mujeres. En contraste, Efesios 5:22-33 está
describiendo específicamente la relación matrimonial. En ella compara la relación de Cristo con la
iglesia con la de un esposo y su esposa. Si la poligamia fuera deseable por
Dios, toda la ilustración de Cristo en relación con Su cuerpo (la iglesia), y
la analogía de esposo-esposa, sería nula.
El plan original de Dios era el matrimonio de un varón con
una fémina. Prueba de ello es que el Señor creó a Adán y Eva. No a Adán y
Esteban. Ni tampoco a Adán, Eva, Laura, Isabel y María. Dios creó al hombre a
su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó (Génesis 1:27). A
tenor de lo escriturado en la Biblia podemos afirmar sin género de duda tres
ideas básicas: 1) El plan original de Dios es el matrimonio de un solo hombre
con una sola mujer. 2) La poliginia no es una institución inventada por Dios
sino por las personas. 3) No obstante, no existe ninguna condena firme hacia la
poliginia a lo largo de todas las Escrituras (tampoco una aceptación expresa).
De lo anterior podemos concluir que Dios no se opone a la poliginia (ni
entonces ni tampoco en nuestros días) aunque lógicamente prefiere la monogamia
de un solo hombre con una sola mujer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario